Índice:
- LA IGLESIA CELEBRA LOS SACRAMENTOS. EN LOS SACRAMENTOS ENCONTRAMOS A JESÚS
- LOS SACRAMENTOS
- EL BAUTISMO NOS HACE NACER DE NUEVO
- LA CONFIRMACIÓN
- EL ESPÍRITU SANTO
- LA EUCARISTÍA Este sacramento no aparecerá en este bloque, pensamos que es más adecuado darle mayor protagonismo más adelante, antes de realizar el sacramento de la eucaristía en sí.
1. La Iglesia celebra los Sacramentos. En los Sacramentos encontramos a Jesús
Iniciamos la catequesis con la lectura de la siguiente frase del libro de los niños, página 30:
“Jesús está presente entre nosotros por medio de los sacramentos”
Permanecemos en silencio durante unos momentos y a continuación, los niños explican qué entienden en esta frase, ¿cómo se podía hacer Jesús presente de esa forma?
Para que lo entiendan mejor, damos paso en la página 31 del libro de catequesis para encontrar respuesta a esta pregunta:
¿Qué entendemos los cristianos por sacramentos?
Los sacramentos son los gestos o signos que realiza la Iglesia en nombre y con la autoridad de Jesús.
Gracias a los sacramentos experimentamos que Jesús está cerca de nosotros y nosotros cerca de Él.
A fin de ayudarles a entender esos signos, hacemos una actividad. Les indicamos una serie de acciones y ellos tienen que realizar el gesto apropiado para esa acción:
¿Qué gesto haríais para indicar que…?
- Estáis de acuerdo…
- No os gusta una comida…
- Estáis muy agotados…
- Tenéis mucho sueño…
- Estáis afónicos…
- Estáis enamorados…
- Saludáis a un amigo muy querido….
- Antes de rezar vuestras oraciones, o cuando estamos delante del sagrario o delante de la cruz….
- Cuando nos damos la paz en misa….
Por último, recordamos que Jesús también recibió un sacramento muy especial, su bautismo. Jesús también recibió el sacramento del Bautismo y dado que el día anterior , en la Eucaristía dominical, celebramos el Bautismo de Jesús, decidimos que sería un momento idóneo traer esta lectura a la catequesis.
En aquel tiempo, proclamaba Juan: «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.» Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»
Marcos 1:7-11
De esta forma los niños comprenden que Jesús acude a Juan para ser bautizado. Pronto se producirá el relevo. Jesús continuará con lo que Juan comenzó. Juan lo había anunciado; ahora lo presenta. Pero se da una especial manifestación de Dios, en la que Jesús es presentado como el Hijo a la vez que como el Siervo de Dios. Su misión va a dar comienzo.
Ahora dedicamos unos momentos de silencio y reflexión para responder a unas preguntas. Hacemos hincapié en que los niños encuentren los signos o gestos que en el Bautismo del Señor aparecían, y encontraron los siguientes:
- Agua del rio Jordán.
- Gran luz desde el cielo y voz de Dios
- Espíritu Santo en forma de Paloma…
Indicamos a los niños que recuerden bien estos gestos que el propio Jesús experimentó, ya que ellos mismos tendrían que encontrar la similitud en las próximas catequesis.
Para concluir rezamos la siguiente oración:
YO SOY DE LOS TUYOS SEÑOR
Desde el día de mi Bautismo en el que, Dios, me hizo hijo suyo.
Cuando hago algo por los demás y no sólo miro por mí mismo.
Cuando escucho tu Palabra y siento que Dios me habla con palabras de amor.
Cuando, sabiendo que soy débil, miro al cielo para que Dios me ayude.
YO SOY DE LOS TUYOS SEÑOR
Si no dejo que, nada ni nadie, me aleje de Ti.
Si hago el bien a los que me rodean aunque algunos les parezcan poco o nada.
Si, como Tú, Señor, me dejo llevar de la mano del Padre.
Si, allá donde hablo y camino, soy semilla de verdad, de justicia y de perdón.
¿SOY DE LOS TUYOS, SEÑOR?
Dame tu Espíritu para que, así, no se apague en mí
Lo que Dios en el día de mi Bautismo me regaló con tanta fuerza y amor: su presencia.
Amén.
2. Los Sacramentos
El objetivo de esta catequesis es que los niños aprendan y reconozcan el significado de los siete sacramentos. Los enumeramos y damos una breve explicación del significado de cada uno, para que tengan unas nociones claras de ellos.
- BAUTISMO. Nos hace hijos de Dios, nos limpia del pecado original y nos incorpora a la Iglesia.
- CONFIRMACIÓN. Nos da el Espíritu Santo y lleva a plenitud en nosotros el sacramento del Bautismo.
- EUCARISTÍA. Nos reúne a todos los cristianos para hacer memoria de la Pascua de Jesús y comulgar de su Cuerpo y de su Sangre.
- UNCIÓN DE LOS ENFERMOS. Nos fortalece en la enfermedad y ayuda a los que están en peligro de muerte.
- ORDEN SACERDOTAL. Consagra a los ministros de la Iglesia para continuar la misión que Cristo dio a los Apóstoles.
- MATRIMONIO. Santifica el amor de los esposos y los une haciendo de ellos signo del amor de Dios.
Para comprobar que los niños lo han entendido bien realizamos los siguientes juegos:
- Los siete sacramentos
- En mi parroquia hay… sacramentos.
- Uno, dos, tres, cristianos.
Los siete sacramentos
Se asignan sacramentos a los niños, de manera que estén representados todos, los siete sacramentos. Cuando el sacramento se mencione, ellos deben cambiar de puesto.
Cuando se diga “sacramentos”, todos deben cambiar.
Quien dirige el juego, va inventando una pequeña historia, o frases sueltas, nombrando los sacramentos.
Ejemplo: El guía dice: El domingo pasado en la Parroquia hubo Primeras Comuniones (todos los que tienen el sacramento de la Eucaristía cambian de puesto). El guía continúa: pero se
habían confesado el sábado (todos los que tienen el sacramento de la penitencia cambian de puesto).
Y en esta Misa un adulto recibió el Bautismo, la Confirmación y la Primera Comunión (los que tienen esos sacramentos cambian).
Se puede observar quién se equivoca, o no cambia y tener una penitencia al final.
Pasó D. Antonio que fue ordenado sacerdote y todos los niños le saludaron (orden sacerdotal), incluso recordó que ya tenía una pareja que quería celebrar su unión en su primera misa (matrimonio).
También se acercó Dña. Aurora y recordó al Párroco que el próximo viernes tendrá que acudir a los siguientes domicilios a dar consuelo a unos enfermos (unción de enfermos).
En mi parroquia hay…sacramentos
Deben participar en el juego siete niños. Si son más, algunos pueden actuar como observadores y llevar la cuenta de las equivocaciones.
Se les asigna a cada uno un sacramento.
Puede iniciar el juego la catequista, o alguno de los miembros.
Ejemplo:
Alguien dice: En mi parroquia hubo un bautismo. El que tiene el bautismo responde No fue un bautismo, sino un matrimonio.
El que tiene el matrimonio dice: No fue una misa, sino la ordenación de un sacerdote.
Es mejor dejarlos jugar, aunque se equivoquen, ir corrigiendo, pero sin sacarlos, para que se graben bien los sacramentos.
Uno, dos, tres, cristianos
Es una dinámica que se usa con niños, para afianzar en ellos que la cruz es la señal del cristiano.
Se reparten en un espacio más o menos grande. El que dirige se pone de espaldas, contra la pared y dice: uno, dos, tres, cristiano.
Entretanto, los otros vienen caminando o corriendo para él, pero mientras habla deben ponerse en cruz.
Cuando él vuelva la cara, todos deben estar quietos y en cruz.
Si alguno todavía se mueve, o no está en cruz, se le corrige para que lo haga bien.
Vuelven a jugar, hasta que alguno logre tocar por detrás y tocar al líder pasando inmediatamente a dirigir el grupo.
*Variante: Cuando todos están en cruz se les ordena santiguarse, persignarse o rezar alguna oración, y se observa cómo lo hacen, corrigiendo los errores.
Después de estos momentos de dinámica y juego para afianzar el significado de los siete sacramentos, bajamos a la capilla y junto a los padres escuchamos y reflexionamos el mensaje de la siguiente frase:
«EN LOS SACRAMENTOS NOS ENCONTRAMOS CON JESÚS RESUCITADO Y RECIBIMOS LA GRACIA, LA LUZ Y LA FUERZA DEL ESPÍRITU SANTO»
Para que todo el grupo comprenda mejor la intención de este mensaje, la catequista lee un texto que una persona escribió y con el cual se sentía muy identificada:
“COMPROMÉTETE A SER TRANSFORMADO”
Transformar la vida cristiana no significa hacer un cambio enorme y
alejarme de los demás. Es pasar de la palabra a los hechos, es vivir la
Palabra con los que me rodean; es tomar la iniciativa de transmitir y dejar
de reflejar a Dios en mi vida. Lo que nosotros causamos a los demás es un
reflejo de lo que Él causa en nosotros. Ahora mira tu vida, ¿realmente es
así? ¿Pueden decir de mí “éste es otro de Cristo”? Por eso, la condición
básica para poder transformar es estar dispuesto, siempre, a ser
transformados por su amor.
Para transformar no hay que tener ningún plan detallado. No hay que
tener las riendas de todo, controlarlo todo, sino que la clave está en
dejarse hacer por Él, pero de verdad, de verdad.
Solo podemos dar aquello que tenemos, sólo podemos transmitir a Cristo
si antes lo hemos conocido. Él nos pone a cada uno en un lugar por algo, y
nuestra misión es ser sus discípulos y transformar, desde lo que somos,
nuestro lugar, lo que me rodea. Jesús quiere transformar a los demás y
para eso me necesita, ¡Dios te necesita¡ Créetelo porque es verdad. Él
actúa a través nuestro. Lo único necesario es dejarlo actuar en nosotros,
proponérmelo y hacerlo.
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciese, ¿con qué
será salada? (Mt5, 13)
Él nos invita a transformar, a transmitir, a compartir, a reflejar. Lo que nos
impide hacerlo siempre está en nuestro interior, son barreras que nos
ponemos o que nos pone la sociedad, la familia,…. Por eso, es bueno
descubrir qué barreras me molestan para liberarme de ellas. ¿Qué me
impide transmitir a Jesús cuando siento que quiero hacerlo? Piénsalo.
Esta es la felicidad que transforma: La de sentirse amado por Jesús. Sólo
si eres transformado podrás transformar.
Nuria Conesa Casals.
LO QUE NOSOTROS CAUSAMOS EN LOS DEMÁS ES UN REFLEJO DE LO QUE DIOS CAUSA EN NOSOTROS,
¿Y SI PASAMOS DE LAS PALABRAS A LOS HECHOS?
Por último todos unidos oramos juntos con la siguiente oración, oración que muestra el deseo de hacer la voluntad de Dios y que bien sabemos se hará palpable en nuestra propia vida cada vez que nos encontremos con el Señor en los sacramentos.
ORACIÓN
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Yo he esperado siempre a Dios con muchas ganas
Y Dios se inclinó hasta mí y escuchó mi llamada
Y me enseñó a cantar una canción nueva, un himno para Él.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no quieres sacrificios, Señor, ni que te ofrezcamos cosas
En cambio, me has abierto los oídos, y, entonces, yo te digo
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Eso es lo que quiero, Señor
Porque tengo mi corazón puesto en lo que a ti te gusta
Y soy capaz de ponerme de pie delante de todos para
Contarles todo lo bueno que eres
Tú sabes, Señor, que aunque sienta vergüenza, soy capaz de
Hacerlo por lo mucho que me quieres. Amén.
3. El Bautismo nos hace nacer de nuevo
La catequesis comienza con unas palabras que la catequista dirigió a los niños para que entiendan bien el significado del sacramento del Bautismo.
- El sacramento del Bautismo nos hace hijos de Dios a imagen de Jesús y miembros de la Iglesia. Somos lavados del pecado original, morimos a todo pecado y nacemos a una vida nueva.
- Por el sacramento del Bautismo, los creyentes quedan incorporados a Cristo y se convierten en templos vivos del Espíritu Santo.
- Por el sacramento del Bautismo, los creyentes quedan incorporados asimismo a la Iglesia y pasan a ser piedras vivas y miembros activos de la gran familia de los hijos de Dios.
- Por el sacramento del Bautismo, los creyentes quedan consagrados para anunciar el evangelio, vivir con la vocación de la santidad y servirse los unos a los otros por amor, siguiendo el ejemplo de Cristo.
A continuación todo el grupo reflexiona este mensaje durante unos minutos y después les mostramos este vídeo ilustrativo sobre todo lo que este sacramento nos da:
VÍDEO: Elementos del Bautismo para niños
Después de ver este vídeo, los niños hacen unas fichas. Dos de ellas, son más explicativas apoyándose en la palabra de Dios y en la liturgia, y las dos tienen un objetivo, valorar si los niños han comprendido el significado de este sacramento. Las fichas de las actividades son las siguientes:
- El bautismo nos hace nacer de nuevo.
- La liturgia del Bautismo.
- El agua del Bautismo.
- ¿Qué es el Bautismo? (Esta última ficha la postergamos para dos semanas
después cuando tratemos el tema del Espíritu Santo).
4. La Confirmación
Esta sesión de catequesis comienza con el siguiente comentario:
El Espíritu Santo aparece en nuestros sacramentos y nos acompaña, al igual que, el Espíritu Santo estuvo presente en momentos muy claves de la vida de Jesús:
- La anunciación (Lc1, 20).
- Bautismo de Jesús (Mt3, 16-17).
- Anuncio de la Buena Noticia (Lc4, 16-21).
- Promesa del Espíritu Santo. En Pentecostés se cumplió la venida, con signos como el viento, fuego y el ruido (Hechos 2, 1-13).
Como todas estas citas del evangelio son conocidas por parte de los niños, entre todos se van recordando y contando su mensaje en voz alta, para encontrar en ellos la presencia del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo se nos regala en el Sacramento del Bautismo, y ahora nosotros de nuevo en el Sacramento de la Confirmación voluntaria y personalmente, buscaremos el camino del encuentro con el Espíritu para seguir el camino de Jesús.
Damos paso a leer parte del testimonio de una creyente que había dado a conocer porqué se quería confirmar. Esto es una luz para los niños que este sacramento es muestra de la libertad para seguir los caminos del Señor.
¿Por qué me quiero confirmar?
Mi vida está llena de luces y sombras, de cosas agradables y bonitas, pero
también de todo lo contrario. Ha habido cosas en mi vida que me han hecho
desconfiar o dejar de lado a Dios y me he enfadado con Él, pero siempre me ha
demostrado que todo lo que ha pasado tenía su por qué, aunque yo al principio
no lo notara.Lo más fácil es no luchar, no pensar, dejarse llevar por el resto de
las personas. Pero ¿es lo más fácil lo mejor? Hay una frase que sigo siempre al
pie de la letra, “Quien no arriesga, no gana” y verdaderamente es así.
Si repaso mi vida me voy dando cuenta de que Dios me llama a luchar, a ser
fuerte, me llama a ayudar a los demás.Quiero poder realizar mis sueños y realizarme como persona trabajando desde
lo que sinceramente anhelo y que es poder ayudar, dar consejo o apoyo y
alegrías desde mi trabajo. Lo que me hace ver el gran sentido de mi vida es la
posibilidad de saber que existe alguien que necesita de mí y eso me hace fuerte
y me anima a vivir.Me quiero confirmar porque he comprobado que Dios es el único camino que
uno debe seguir, si de verdad se quiere cambiar de vida. Siempre pienso que si
Él lo dio todo por nosotros, ¿Por qué no lo voy a dar todo por El?He sido bautizado, he hecho la Primera Comunión y ahora que puedo decidir por
mí mismo, quiero reafirmar y confirmar mi fe en Jesucristo y seguir su camino.
Decir sí supone que ahora me toca a mí, que ahora soy yo el que he decidido
llenarme de su gracia, de sus dones, pero sobre todo de su amor. Ese amor que
te llena y te hace sentir que nada te falta. Ese amor que quieres y necesitas
transmitir a los demás para que aprendan a sentir a Dios como yo lo hago.
Al igual que en el sacramento del Bautismo, al explicar el sacramento de la confirmación damos a conocer a los niños que la Iglesia hace entrega del don del Espíritu Santo con dos signos:
1. Imposición de manos. Es un gesto de bendición, Jesús les imponía las manos a los niños y oraba por ellos (Mc 10, 16). Jesús, al imponer las manos, curaba a los enfermos. (Mc 6, 5; Lc 4,40).
Es también un gesto por el que se confía una misión o se envía a alguien para realizar una tarea: Jesús envió a sus Apóstoles a predicar y a bautizar y de igual modo los confirmados son enviados al mundo a dar testimonio de Cristo.
2. La unción con el crisma. Jesús fue ungido con el Espíritu Santo, los cristianos somos ungidos con el crisma. El crisma es un aceite perfumado y consagrado por el Obispo, signo de fuerza, salud y alegría. Se mezcla con perfume para simbolizar que el cristiano con sus buenas obras difunde la fragancia de Cristo También se dio a conocer a los niños quién es el ministro y cuáles son los efectos de la
confirmación:
- El ministro de la Confirmación es el Obispo, aunque también administran válidamente este sacramento algunos presbíteros o sacerdotes.
- El modo de administración es el siguiente: El Obispo impone la mano derecha sobre la cabeza del confirmando y le unge con el Crisma en la frente, y mientras tanto, le dice:
Nombre del confirmando, recibe por esta señal El don del Espíritu Santo
- Los efectos de la Confirmación son llevar a la plenitud los dones del Espíritu Santo, nos afianza la condición de Hijos de Dios, nos une más íntimamente a Jesús, y nos vincula a la Iglesia.
- Somos sellados con un don especial, una marca, un carácter que nos ayuda a difundir y defender la fe mediante palabras y obras y confesar valientemente en nombre de Jesús.
Todo esto, fue mejor entendido por parte de los chicos por una grata sorpresa que la catequista tenía guardada.
Tuvieron la visita de un seguidor de Jesús, un testigo, un seguidor a pie de calle. Un chico de veintiséis años, que contó su experiencia antes y después de su propia confirmación.
Esta persona estuvo hablando con el grupo, exponiendo su mensaje de fe y después los niños comenzaron con sus preguntas. Fue una experiencia muy interesante para todos, tanto para Santiago de veintiséis años como para los niños y niñas del grupo.
El momento fue muy emotivo tanto por las palabras que Santiago les dedicó a los niños sobre su experiencia de fe como por el clima que allí se formó y cómo los niños extremaron al máximo su atención hasta el punto de realizar preguntas sobre este Sacramento que nunca hubiésemos pensado que podrían realizar siendo tan pequeños.
Pienso que realmente en esos momentos estaba muy presente el Espíritu Santo, en medio de todo nuestro grupo y no se quiso perder aquella experiencia tan conmovedora.
A continuación dejo la reseña del mensaje de Santiago sobre su experiencia de Confirmación y su testimonio de fe.
Que me llevó a confirmarme:
Desde pequeño mis padres me habían educado en la fe. La Confirmación y la catequesis de preparación supuso una oportunidad para resolver dudas que
tenía y tomar la decisión por mí mismo de seguir formándome en la fe, intentando ser mejor persona con Jesús como meta.
A qué me siento llamado después:
Tras la Confirmación sentí la necesidad de seguir mi formación, descubrí que la fe es algo que se trabaja día a día y que siempre hay algo que aprender o
alguien de quien aprender. En mi caso me llevó a formar parte de un grupo joven de catecumenado y un grupo de Jóvenes Agustinianos Recoletos. Por
otra parte decidí, acompañar y enseñar a través de mi experiencia a jóvenes que querían confirmarse, siendo catequista de confirmación, ya que en ellos
veía las mismas inquietudes que yo tuve a su edad.
Santiago García Martínez
Por último, todos unidos cantamos la canción “Se siente aquí”.
SE SIENTE AQUÍ
Se siente aquí (3)
el Espíritu de Dios se siente aquí.
Si los hombres de la tierra
glorifican al Señor,
el Espíritu de Dios se siente aquí.
(se alaba… se mueve)
Prepárate para que sientas (3)
al Espíritu de Dios.
Déjalo que se mueva (3)
dentro de tu corazón.
5. El Espíritu Santo
Comenzamos hablando del Espíritu Santo y encaminando a los niños a esta conversación con las siguientes preguntas:
– ¿Qué pensáis acerca del Espíritu Santo?
– ¿A qué nos ayuda?
– ¿Qué nos da?
Realizamos también preguntas para recordar todos los sacramentos y a lo que nos comprometen. Preguntamos cuáles eran los sacramentos de iniciación cristiana, qué signo manifiesta en ellos el Espíritu Santo y si recuerdan momentos claves de la vida de Jesús, donde estuviera presente el Espíritu Santo.
Los niños recordaron la Anunciación, el Bautismo de Jesús en el río Jordán, su predicación en el templo y el día de Pentecostés.
A continuación la catequista vuelve a manifestar unas ideas claras sobre el trabajo que el Espíritu Santo ejerce en nosotros, tanto en el sacramento del Bautismo como en la
Confirmación:
- El Espíritu Santo, por el Bautismo, viene a habitar en nosotros como un templo, nos consagra para Dios y nos purifica de pecado original y nuestros pecados.
- Los cristianos en el mundo somos testigos de la verdad (profetas), nos ofrecemos para la salvación de todos (sacerdotes) y nos servimos unos a otros por amor (reyes).
- La Confirmación lleva a la plenitud en nosotros los dones del Bautismo y somos sellados con un don especial, un signo, un carácter, que nos convierte en mensajeros y testigos de Cristo y de su evangelio.
Para reflejar el convencimiento de que el Espíritu Santo nos acompaña siempre, los niños realizan la siguiente ficha que dejaron pendiente en la anterior catequesis:
Ficha: ¿Qué es el Bautismo y a qué me compromete? Y la comprenden bien.
Finalizamos esta catequesis con muchísima alegría, la alegría que caracteriza el tener cerca al Espíritu Santo y ser fiel testigo del Señor.
El canto fue “Se siente aquí”, todo el grupo canta junto a la catequista de una forma muy particular, ¡con gestos!
Los gestos indican alegría, contacto, manos arriba alabando al Señor y mucho movimiento.
De esta forma los niños sabrán qué hacer en los siguientes momentos de la canción:
- Se siente aquí (abrazarse y tocarse el corazón).
- Los hombres de la tierra glorifican al Señor (alzar las manos al cielo y también la-cabeza).
- Prepárate para que sientas (tocar al de al lado).
- Déjale que se mueva (ponerse de pie y moverse con los pies y brazos).
- Hay que nacer del agua (hacer como que salimos del agua con la nariz tapada).
Cantamos la canción varias veces hasta que los niños se sueltan y ellos mismos hacen los gestos sin ningún aviso.
Estamos plenamente seguros que las caras de los niños y sus semblantes de plena alegría harán sentir allí mismo la presencia del Espíritu Santo entre todos nosotros.
De esta forma tan alegre y divertida damos por finalizada la catequesis.