Un sueño que en y con Jesús se hace realidad


Seguimos preparando el lugar donde va a nacer Jesús, sobre todo nuestro CORAZÓN y nuestra CASA FAMILIAR.
El mismo Jesús nos va a decir cómo quiere que preparemos su venida. Serán unas palabras muy importantes y que no debemos olvidar nunca. Escuchamos hoy al mismo Jesús.
Juan Bautista se lo pregunta a Jesús, y Jesús, al contestarle, nos va a dar la pista para descubrir cómo quiere que nos preparemos para esa Navidad que tenemos cada vez más cerca.

Eucaristía de familias en el tercer domingo de Adviento

Lectura del profeta Isaías 35, 1-6a. 10

N.- El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. (Cartel)

L.- Hoy es un día de júbilo por muchas razones:

  • Viene, Dios, a salvarnos. ¿Quién no se alegra cuando, aparece una voz amiga o una mano generosa? –
  • Viene, Dios, y nuestras tristezas y llantos, tendrán un final.
  • Viene el Señor, y se llena de estrellas la oscura noche».

N.- Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. (Niños con gestos)

L.- ¿Quiénes son esos niños?

Representación de la lectura del profeta Isaías en Eucaristía de familias. Tercer domingo de Adviento. Parroquia Virgen de Lluc

N.- Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará». Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán. (Imagen-Niño-corro)

Representación de la lectura del profeta Isaías en Eucaristía de familias. Tercer domingo de Adviento. Parroquia Virgen de Lluc

En los momentos en que sintamos tristeza, depresión o cuando nos veamos en situaciones desesperadas, nos vendrá muy bien leer el mensaje del profeta Isaías, puede ser un consuelo para cada uno de nosotros.
Esto no es un sueño, es el anuncio de una realidad «Dios viene en persona y, a su paso, todo queda transformado»


Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 7-10

N.- Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis hermanos, unos de otros para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. (Lluvia)

L.- Por una parte ¡Somos tan impacientes! Vivimos dominados por la prisa. Vamos a todas partes corriendo y corriendo lo queremos todo. No tenemos tiempo para nada, solo tenemos prisa. No tenemos tiempo para enraizar. Nos falta paciencia.

Por otra parte, fácilmente nos cansamos y tiramos la toalla»… cuando, porque suspendemos, decimos que no queremos seguir estudiando… cuando nos quedamos en casa porque en el grupo de los amigos no hacen lo que yo quiero… … cuando me quedo en casa porque «nadie me ajunta» o «ya no me ajuntan»…


Lectura del evangelio según S. Mateo 11, 2-11

S.- En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» (Gestos niños en el banco)

Representación de la lectura del Evangelio según S. Mateo en Eucaristía de familias. Tercer domingo de Adviento. Parroquia Virgen de LlucL.- Jesús viene a eliminar sorderas, cegueras, lepra, cojeras… y hacer a todos de verdad felices.
Si fuésemos capaces de vivir como ciudadanos de esa ciudad ideal que Dios sueña, ¡todo cambiaría!
Hoy, en el mundo, hay muchos ciegos, inválidos, leprosos, sordos…
Nosotros mismos podemos ser algunos de ellos porque… … no hay peor sordo que el que no quiere oír… …
ni peor ciego que el que no quiere ver…
… y hay mucha gente que no sabe vivir si no es a costa de otros, como si los demás fuesen sus muletas: no
saben hacer nada por su cuenta…
y hay muchos leprosos, a los que nadie se acerca, porque son «diferentes»…
y hay muchos que viven como muertos, sin esperanza…

 

Representación de la lectura del Evangelio según S. Mateo en Eucaristía de familias. Tercer domingo de Adviento. Parroquia Virgen de LlucS.- Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí! (Estrellas)

L.- Un sueño que hemos de aceptar y realizar hoy nosotros, aunque no nos haga mucha gracia: «Id y anunciad a Juan lo que estáis viendo y oyendo. Decid a la gente que pregunta:

Hemos visto a seguidores de Jesús que son pobres y humildes, pacientes y sufridos, limpios y misericordiosos, que van sembrando la paz en todas partes, capaces de perdonar a sus propios enemigos; y son felices

N.- Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caria sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: «Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti». Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él»

L.- «Alegría, alegría, alegría… alegría, alegría, y placer; esta noche nace el Niño en el portal de Belén». Así comienza un villancico y, en ese tono, estamos celebrando la liturgia de este domingo tercero de Adviento. La alegría, porque un Niño nos va a nacer, será nuestro secreto, nuestra sonrisa, nuestra fortaleza en Navidad Desde ahora, en este domingo, vislumbramos lo que acontece en Navidad.

¡Ojo! Que nadie sustituya ni nos robe la alegría cristiana derivándola hacia un puro sentimentalismo de luces, recuerdos y colores. ¿Ok?

 

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