Qué verdad que Dios llama de mil maneras distintas…
Qué verdad que los que vivimos y compartimos unos valores Cristianos somos instrumentos de Él… ¡Qué verdad…!
«Nada de cuanto he llevado a cabo durante años y años en la Parroquia, fue mi voluntad ¡Nada! Nunca me lo planteé y nunca lo imaginé siquiera».
Sin comerlo ni beberlo, sin planteamiento previo… he entregado a la Pastoral Juvenil de la Parroquia veintidós años… Sí, he dicho bien… lo pondré en números: ¡¡22 años!!
Yo había sido un alumno más del Colegio que terminó el COU y llegó a la Universidad.
- Con el paso del tiempo, y después de años sin aparecer por la Parroquia, me acerqué a saludar un día a quien había sido mi entrenador de baloncesto. Ahora dirigía un Coro. El Coro de la Parroquia que se había creado. Después de los saludos, los abrazos, las anécdotas de niño.., me lo propuso sin opción a decir que no:
– » Ah!, por cierto… Que me acuerdo que tú cantabas muy bien… Me hacen falta tenores… Hala…! Cuento contigo…. Te quedas. Eres Tenor. El sábado a las 5,… que estamos preparando la Misa del Gallo…»
Ni supe, ni pude decir nada… No reaccioné. El resumen, ya, es bien fácil: 15 años cantando en el Coro, en las Fiestas solemnes del calendario litúrgico, y en la Misa dominical. Sería que Dios lo quiso… - Mis primos, y algunos amigos más, habían comenzado a ir de Monitores de las Colonias cuando estas empezaron 2 ó 3 años antes. Fui a hacerles una visita en el día de «Padres»… Total… Era una excursión agradable… AI campo… en verano… Yo iba a «echar el día»…
¿Echar el día?… Echeve me pilló por banda:
– «Me hacen falta manos. Así que llama a tu casa y te quedas…»
– «Pero.. ¿qué dices?… que yo no sé nada de esto… si he venido con lo puesto..!!»
– «… Pues que te dejen ropa estos… Te quedas…».
Otro resumen fácil: veintiún años de Monitor de Colonias. Sería que Dios lo quiso… - Con el paso del tiempo, Echeve me pidió que hiciera la DEI (Declaración Eclesiástica de Idoneidad), Profesor de Religión, vamos…
Al ser Licenciado superior, se podía hacer por la Universidad a distancia: La Teología, Pedagogía, Psicología, Historia… que tuve que estudiar… Ni me lo imaginaba. 2 años. Pero venía bien. Era adquirir un mayor nivel de formación para la tarea de Catequesis de Confirmación. Pero… ¿cómo llegué yo a eso…? Si yo pensaba que ni tenía vocación de enseñanza, ni capacidad de pedagogo, ni me lo planteaba siquiera…
– «…Echeve… yo Catequesis, no… No creo que valga así que colaboro en otras cosas… pero no me veo de Catequista…»
Uno de los años posteriores, faltaron monitores de 3º de BUP.
– «No hay Catequistas de Confirmación para empezar el Curso… así que, coge un grupo aunque sea de manera temporal hasta que pueda enganchar a alguien…»
Un resumen más: ¿de manera temporal?» : 18 años de Catequista de Confirmación viviendo las experiencias más gratificantes, plenas y satisfactorias que se puedan vivir…
Sería que Dios lo quiso…
- Rompo aquí, antes que nada, una lanza por todos mis Compañeros del camino; todos, sin excepción. Agradezco a todos y cada uno de ellos su esfuerzo, su calor y su compañía en la tarea común. Agradezco que me hayan hecho crecer como persona y como cristiano. Agradezco a todos,… todos… las vivencias que llevamos ya para siempre en nuestras vidas.
Nada de lo que de una u otra forma yo haya podido aportar a la Pastoral Juvenil de la Parroquia hubiera sido posible por mí mismo, solo, de manera individual.
Sin ellos, yo no hubiera hecho nada. A su lado, aprendí que Dios te está llamando permanentemente para su obra; que a veces le respondemos sin saber siquiera que le estamos respondiendo, y que, a quienes intentamos seguirle, con nuestros fallos y nuestros errores, no nos queda más que confiar en Él. Ponernos en sus manos a lo que él nos diga y decirle, como en el clásico de la película:
«Quo vadis, domine…??»
«A dónde voy, Señor…??»
Él nos enseñará el Camino y nos llevará de su mano…
J.A. Pons
Puedes continuar leyendo el testimonio de J.A. Pons en:
» Sería que Dios lo quiso…» EL CORO
«Sería que Dios lo quiso…» LAS COLONIAS
«Sería que Dios lo quiso…» OPERACIÓN KILO y EL RASTRILLO