Misa de familias-Domingo III Cuaresma-Ciclo A


Lectura del libro del Éxodo

N.- En aquellos días el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: ¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?

A.- Hoy seguimos torturados por el hambre y la sed:
1.- Que son angustiosos. Dos terceras partes de la humanidad los padecen y afectan a muchas familias de nuestro país. Por el contrario, otras familias nadan en la abundancia. Ante tales desequilibrios tenemos derecho a preguntar. ¿Está o no está Dios entre nosotros?
 A.- Hoy seguimos torturados por la enfermedad y la violencia intrafamiliar:
2.- Cáncer,  maltrato de las mujeres,… Todo eso  hace sufrir mucho, porque se ceban en los más desvalidos y desfavorecidos. Cuántas familias rotas por el desacuerdo, el desamor, las infidelidades y las violencias íntimas. Cómo no decir con Job:  Dios mío, si es que existes, ¿por qué nos has abandonado?
 A.- Hoy seguimos torturados por la corrupción:
3.- Es apestosa: todos la vemos, la contemplamos, la aceptamos y la justificamos. El pretexto, que unos nacen con estrella y aprovechan las ocasiones, y otros estrellados. La pregunta es inevitable: ¿Está Dios entre nosotros o se va donde no huele tanto?
 A.- Hoy seguimos torturados por la frustración y el desencanto:
4.- Son deprimentes. Un mundo sin horizontes, sin ideales, sin futuro, sobre todo para los jóvenes, hace que uno se pregunte: ¿para qué vive?. Al no encontrar respuesta es fácil derivar a la droga y a la delincuencia, y desde ese mundo del sinsentido total, se pregunten blasfemamente: ¿Qué Dios cruel me ha traído al mundo?

N.- Clamó Moisés al Señor y dijo:
S.- ¿Qué puedo hacer yo con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.

Cartel: "La felicidad no consiste en cambiar de sitio, sino en cambiar de vida. Abandonar las seguridades para caminar esperando y esperar caminando. Vencer los miedos y angustias que produce la sociedad y confiar en Dios Padre que actúa en nosotros".A.- ¿Qué podemos hacer nosotros con este pueblo, con estos hombres y mujeres, con estos jóvenes torturados, rebeldes y desencantados, con estos niños?

Primero, Como Moisés clamar al Señor. El se deja gritar. Quiere que le pidamos agua, pan, salud, alegría, esperanza, paz, amor, para todos

Ts.- PADRENUESTRO…. (de pie manos alzadas)

N.- Respondió el Señor a Moisés:
S.- Preséntate al pueblo llevando contigo alguno de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Horeb

A.- En segundo lugar habrá que coger el cayado del buen Pastor (cayado) y la cruz de Cristo (cruz) para asumir sus sufrimientos. No siempre se podrán curar las enfermedades y frustraciones, pero sí se podrá padecer con los que sufren, compadecer.
Es la mejor respuesta sobre Dios. Dios no nos libra de los sufrimientos, pero sí nos conforta en los sufrimientos.

S.- Golpearás la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.

A.- Por último hacer brotar el agua del amor de los corazones duros como la roca. (Corazón) Dios está en el corazón de las familias si nos queremos con un amor compasivo, afectivo y efectivo, como el suyo. Somos nosotros mismos la prueba viva de que el señor está y actúa entre nosotros.

N.- Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Massá y Meribá, por la reyerta de los hijos de Israel y porque habían tentado al Señor diciendo: ¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?

Lectura del santo evangelio según S. Juan

Cartel: "La samaritana abandonó su viejo cántaro, su vieja sed, su viejo pozo... al hallar el agua de la vida y abrió a los suyos el pozo de tu rostro"N.- En aquel tiempo llegó Jesús a un pueblo de Samaría llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José: allí estaba el manantial de Jacob. (sale Jesús y se sienta) Jesús cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaría a sacar agua,
(Escena: pila bautismal y Jesús sentado. Mujer samaritana)

L.- Jesús cansado del camino, cansado y sediento junto al manantial. La mujer recorre el mismo camino, tira de la polea para sacar agua, vuelve cargada a casa. Y mañana igual que hoy. Siempre lo mismo.

N.- y Jesús le dice:

J.- Dame de beber.

L.- Todos tenemos sed, hasta Jesús; (salen con su vaso) unos de satisfacciones y diversiones, la sacian en bares y discotecas; otros de cosas y posesiones, la calman en comercios y supermercados; otros de evasión y victorias, la sacian en estadios, cines y teatros; otros de dinero y riqueza, la calman con loterías y juegos de azar; otros de juguetes y chucherías; dan la lata hasta que los consiguen. Jesús tiene sed de amar y que lo amemos.

N.- Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice:

S.- ¿Cómo tú siendo judío me pides de beber a mí que soy samaritana?

Cartel: "Si conocieras el don de Dios, si supieras lo que necesitas de verdad... si supieras lo que te falta para tener un rostro más presentable de cristiano... Dame de ese agua para que tenga aún más sed"
N.- (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos). Jesús le contestó:

J.- Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú a él, y él te daría agua viva.

L.- Jesús tiene sed y quiere que la Samaritana, todos nosotros, tengamos sed de lo esencial:
  • vida honrada y sincera orientada hacia Dios,
  • nos sintamos acompañados cada momento por él.
  • no le pidamos milagros, sino que seamos un milagro para los demás,
  • el culto lo vivamos en espíritu y en verdad,

N.- La mujer le dice:
S.- Señor, si no  tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?
N.- Jesús le contestó:

J.- El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.

N.- la mujer le dice:
S.- Señor, dame de esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla.

Ts.- (DANOS TU DON; DANOS TU AGUA VIVA … una mano alzada)

N.- El le dice:

J.- Anda, llama a tu marido y vuelve.

S.- No tengo marido.

J.- Tienes razón, que no tienes marido; has tenido ya cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad.

S.- Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.

J.- Créeme mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis: nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero, adorarán al padre en espíritu y en verdad, porque el padre desea que le den culto así. Dios es espíritu, los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y en verdad.
 (Jesús llena sus vasos)

L.- La verdadera religión está allí donde está Jesús y nos encontramos con él. No está ni en la montaña ni en Jerusalén. Dios está en mi sed. En el grito de mi espíritu que grita: dame tu don, dame tu agua viva.
Sólo soy feliz porque Dios me hace feliz; él ha abierto una fuente inmensa de gozo en mi.
Cuando hemos probado el agua viva del Señor, no necesitamos de otras fuentes.

S.- Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga él nos lo dirá todo.

J.- Soy yo el que habla contigo.

N.- En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo: «¿Qué le preguntas o de qué le hablas?»
La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo
(Van a entregar el vaso a los de la mano alzada)

Cartel: "Conversar con Jesús no es hacerse el despistado, no es discutir sobre religiones, no es debatir sobre qué actividad parroquial es más eficaz... es mirar la profundidad de tu pozo y dejar que Jesús lo llene del agua que quita la sed"L.- El encuentro con él, si es verdadero encuentro y no rutina, es «revolucionario»: no deja nunca las cosas ni a las personas como antes. Se descubre lo esencial. Se intuye, sobre todo, que es preciso contar a los demás la experiencia que se ha tenido.

N.- y dijo a la gente: -Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿será este el Mesías?

L.- «Venid conmigo a ver a un hombre que me ha hecho ver el fondo de mi pozo, que me ha ayudado a leer mi vida a la luz del Espíritu de Dios. Venid a conversar con el Mesías, el Salvador, el Cristo».

N.- Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde estaba él.
      (Van todos en torno a la pila)

N.- Mientras tanto sus discípulos le insistían: -Maestro come.

J.- Yo tengo por comida un alimento que vosotros no conocéis.

N.- Los discípulos comentaban entre ellos: ¿Le habrá traído alguien de comer?
       (El que hace de Jesús coge del atril la Biblia y dice)

J: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra.
¿No decís vosotros que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo os digo esto: Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega; el segador ya está recibiendo salario y almacenando fruto para la vida eterna; y así se alegran lo mismo sembrador y segador. Con todo, tiene razón el proverbio: «Uno siembra y otro siega». Yo os envié a segar lo que habéis sudado. Otros sudaron y vosotros recogéis el fruto de sus sudores.

N.- En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer:
S.- Me ha dicho todo lo que he hecho.
N.- Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: “Ya no creemos por lo que tú nos dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo”.Dame de esa agiua... mi corazón desea un surtidos vivo de alegría, amor, justicia, compañía, vigor, ternura y comprensión, ilusión y fortaleza"